lunes, 31 de octubre de 2016

Champiñones al ajo – Cómo hacer champiñones al ajillo


















Los champiñones son hongos comestibles, fáciles de preparar y que tienen un sabor tan espectacular que lo puedes combinar con todo tipo de ingredientes: jamón, berenjenas, bechamel, huevos, gulas… Son muchísimos los platos que puedes preparar con este producto, como ya habrás visto en nuestras anteriores recetas.
En esta ocasión, nos lanzamos a preparar un plato verdaderamente sencillo y absolutamente delicioso. Los champiñones al ajo o al ajillo se cocinan en muy poco tiempo, a penas necesita ingredientes y lo puede preparar cualquier novato en la cocina. Lo único que tenéis que hacer es seguir las indicaciones que os vamos a dar en el apartado de preparación.
Si te parece que no va a llenarte únicamente estos champiñones al ajo pero quieres probarlos, puedes utilizarlos como el complemento perfecto de una pasta o unos filetes de pollo. Todo fácil y rápido de preparar pero con sabores extraordinarios.

Champiñones al ajillo: Ingredientes


  • 8 champiñones de tamaño medio
  • 1 diente de ajo grande
  • 1 chorro de aceite de oliva
  • Sal

Champiñones al ajillo: Preparación

Cómo limpiar los champiñones

Lo primero que vamos a hacer es limpiar bien los champiñones. Si son muy frescos, con que los laves bien podría valer pero si ya están recogidos de hace unos días y ves que tienen alguna manchita en la piel, vamos a proceder a limpiarlos.

Puedes o no quitar el tallo del mismo (yo lo hago cuando veo que los champiñones comienzan a estar un poco pasados).

Metes la punta del cuchillo – sin llegar a atravesar el champiñón – en ese borde de piel que tiene junto al tallo, para coger la punta de la piel y tirar suavemente de ella hacia atrás y hacia abajo. Así hasta que los tengas completamente limpios, como veis en la imagen de los ingredientes.
Sé que puede resultar un poco lioso y que a lo mejor os han surgido dudas, así que aquí os dejo un vídeo sencillo de seguir:

Champiñones al ajillo receta

Una vez que los champiñones están limpios, puedes cortarlos como te gusten. Hay quien los prepara enteros, los trocean en cuatro o como yo, que en esta ocasión los he laminado.
Limpias el ajo, quitando ese trozo duro que tiene en la base y después verás que es más fácil pelarlo. Córtalo en láminas finas pero grandes y así te resultará más fácil de quitar si no quieres comerlo.

Pones una sartén con un chorro de aceite, cuando esté caliente añades los ajos y cuando estén un poco dorados, será el momento de añadir el champiñón. Echa un poco de sal y los dejas hacerse durante unos pocos minutos.
En cuanto veas que ha cambiado de color y la textura, será el momento de retirarlos. Si quieres darle un toque de gracia, siempre puedes añadir un poquito de jamón picado.

¡A disfrutar!

domingo, 30 de octubre de 2016

Bocadillo supremo: bacon, tortilla de queso y tomate

http://saborgourmet.com
















Hace ya unos cuántos años que terminé mi vida universitaria, lo que supuso dejar de comer el impresionante bocadillo que hoy os traigo. Eran magníficos, impresionantes, con el pan siempre perfecto y un sabor sensacional.
Siempre abogué más por el tupper y la comida casera, más que nada por ahorrar, pero alguna vez cayó uno de estos impresionantes bocadillos que sólo ver el nombre comenzabas a salivar.
Como os imaginaréis, la preparación de este bocadillo es completamente sencillísima porque no tiene nada de particular, sólo necesitas unos ingredientes de calidad, combinarlos y obtener un bocadillo de ensueño. Puedes dejar a un invitado flipado con un mordisco de El Bocadillo Supremo, te lo aseguro.

Bocadillo supremo: Ingredientes

  • Pan (el que más te guste)
  • 4 lonchas de bacon ahumado por persona
  • 2 huevos
  • 1 o 2 lascas de queso (he usado queso tetilla)
  • 1 tomate que sepa a tomate
  • Sal
  • Aceite de oliva

Bocadillo supremo: Preparación

La preparación es completamente básica, sencilla, rudimentaria y primaria pero, como siempre os voy a contar los pasos aunque sea algo previsible.
Parte el pan a la mitad con un cuchillo de serrucho, así es más fácil.
Pon una sartén al fuego con muy poco aceite, una gotita nada más, cuando esté caliente añades el bacon ahumado y dejas que se haga al punto que más te guste: poco hecho, crujiente, dorado, etc.
En cuanto esté hecho el bacon lo colocas sobre la base del pan y reservas.
Prepara una tortilla con dos huevos, así que bate bien y echa una pizca de sal. Pon una sartén al fuego con unas gotitas de aceite, cuando esté caliente lo añades.
Corta unas lascas de queso (el que más te guste y no muy salado, el bacon va a aportar mucho sabor), cuando esté cuajada la base de la tortilla lo pones por encima y la doblas, deja que se cuaje el huevo por el otro lado.
En cuanto la tengas, la colocas sobre el bacon y reservas.
Lava bien el tomate (un buen tomate ¡por favor!), córtalo en rodajas, pones una pizca de sal.
Pon la tapa del bocadillo.
Colócalo en un plato, acompañálo de unas patatas fritas si te apetece. Acomódate en la silla, en el sofá… Donde quieras. Cuando estés listo, dale el primer mordisco…
Está impresionante ¿verdad?

sábado, 29 de octubre de 2016

Camarones al ajillo


Hay muchas maneras de preparar los camarones al ajillo, según el país del que procedas. Te enseñamos a prepararlos de diferentes maneras en este artículo.


camarones-al-ajillo-recetaLos camarones al ajillo son ideales para utilizarlos como entrada de alguna cena familiar o reunión de amigos. También se pueden llevar a cabo con langostinos o gambas en lugar de camarones.
Es una receta bastante sencilla, por lo que no requiere mucha complicación y te permitirá poder servir en la mesa  un exquisito plato, además de nutritivo y aconsejable para mantener una dieta sana y equilibrada.  Además de para picar o como una tapa, también te puede servir para acompañar platos calientes, así como comidas frías o tomar un nutritivo tentempié.
A continuación, te dejamos varias recetas con su paso a paso, en la que verás cómo hacer camarones al ajillo de una forma rápida y sencilla.

Camarones al ajillo receta española

Los camarones al ajillo, en España se preparan de igual manera que las gambas al ajillo, así que vamos a mostraros cómo preparar este fantástico plato con muy pocos ingredientes y con un sabor increíble.
Os recomendamos que tengáis a mano un buen trozo de pan porque esto está para mojar de manera continua.

Camarones al ajillo receta española: Ingredientes

  • 200 gr Camarones limpios y pelados
  • 2 dientes de ajo
  • 2 o 3 guindillas
  • Aceite de oliva

Camarones al ajillo receta española: Preparación

Si no tienes los camarones limpios será el primer paso. Con paciencia y ánimo ve pelando, limpiando cada uno de ellos. Cuando los tengas, reserva durante unos breves minutos.

Pon una sartén o una cacerola de barro al fuego. Echa un buen chorro de aceite de oliva y cuando esté caliente añades los ajos junto con las guindillas hasta que se doren.
En cuanto cambien de color los ajos, no que se quemen si no que estén un poco dorados, será el momento de añadir los camarones y dejar que se hagan durante unos minutos.
Los camarones no necesitan estar mucho tiempo al fuego, sólo un poco, se hacen enseguida. Así que, nada más los tengas, lo sirves con todo el aceitito y prepárate para algo increíblemente sublime: olor, sabor y textura.

Camarones al ajillo receta mexicana

camarones-al-ajillo

Camarones al ajillo: Ingredientes

  • 2 cucharadas de aceite
  • ½ kilogramo de camarones pelados y limpios
  • 5 dientes de ajo triturados previamente
  • 2 cucharadas de zumo de limón
  • 4 cucharadas de vino blanco
  • Sal a gusto
  • Pimienta a gusto
  • Perejil picado (también puede utilizarse cilantro)

Camarones al ajillo: Preparación

En primer lugar, freír el ajo con los camarones a fuego medio en una sartén previamente lubricada con el aceite o la mantequilla derretida (así nos lo recomiendan en la receta).
Añadir el zumo de limón y el vino blanco, deja que el líquido se absorba un poco para que los camarones se marinen y queden tiernos y gustosos.
A continuación, agregar el perejil o cilantro picado.
Dejar cocinar los camarones en fuego medio durante 10 minutos como máximo (hasta que los camarones tomen un color rosado), revisándolos y moviéndolos un poco de vez en cuando.
Pueden servirse con pan tostado, arroz blanco o como gustes. Incluso sin más un buen plato de camarones al ajillo es irresistible.

Otras recetas con camarones:

Si queréis ver otras recetas en las que hemos utilizado camarones o gambas, no os perdáis estos sabores:
http://saborgourmet.com

viernes, 28 de octubre de 2016

Tomates verdes (o rojos) fritos

elcomidista.elpais.com













Da igual que la hayas visto chiquicientas veces y recuerdes cómo moría el malo. Si emiten Tomates verdes fritos (1991) cualquier domingo por la tarde acabarás viéndola de nuevo de cabo a rabo. Quizás porque es una película idónea para la mantita y el sofá, porque sale Kathy Bates o porque muestra generosamente la cocina sureña más arquetípica, llena de barbacoas y frituras.
Fannie Flagg escribió la novela en la que se basa el film inspirándose en una historia familiar. Su tía, Bess Fortenberry, había tenido un pequeño restaurante en Irondale (Alabama, EEUU) durante cuatro décadas en el que se servían sándwiches, pollo frito, okra, pan de maíz y otros platos típicos del sur de Estados Unidos. Entre ellos figuraban también los famosos tomates verdes fritos como guarnición o aperitivo, una receta sencilla y tradicional que se volvió extremadamente popular tras el estreno de la película.
En realidad se trata de rodajas de tomate rebozadas con una mezcla de leche, harina y maíz que se puede utilizar para freír cualquier otra clase de hortaliza. El color verde de los tomates no es característico de una raza en particular sino prueba de su falta de maduración. Aprovechaban así los frutos tardíos o que estaban duros antes del fin de su temporada, de modo que si queremos hacerlos en casa lo mejor sería tener una mata a mano, porque los tomates que llegan a nuestras tiendas suelen estar maduros o como mínimo entreverados.
¿Hay alguna diferencia si utilizas un tomate rojo como la grana? La primera, que será más difícil cortarlo en una rodaja consistente. La segunda, que sabrá más dulce y se pierde un poco la gracia de la acidez del tomate verde. Intentad usar tomates poco maduros y firmes al tacto, y ya arreglaremos la cuestión del sabor añadiendo una salsa agria de origen 100% sureño.
La fórmula para los tomates verdes fritos viene directamente del recetario de Fannie Flagg Original Whistle Stop Café Cookbook, y se hace en teoría con buttermilk. Como no es fácil encontrar este tipo de leche fermentada en nuestras tiendas –aunque aquí os explicamos cómo prepararla–, se puede sustituir por leche cuajada con zumo de limón o como explico en la receta, por yogur rebajado con leche. Flagg utiliza un rebozado en dos pasos, pasando primero el tomate por huevo batido con buttermilk y después por una mezcla de harinas de trigo y maíz, sal y especias.
Atención porque la harina de maíz no es Maizena, que es almidón de maíz, sino la amarilla y gruesa indicada por ejemplo para hacer arepas, que aporta un punto especial de crujiente al rebozado. Si os queréis descomplicar la vida, los antiguos propietarios del Irondale Café utilizan para los tomates verdes fritos una receta más fácil, en la que las harinas, sal y especias se mezclan directamente con leche para conseguir una pasta espesa con la que se untan las rodajas de tomate. A freír y chimpún.
Probad sí o sí a hacer la salsa, que está buenísima, y aprovechad las sobras del rebozado para freír una tanda de berenjena o calabacín, que quedan fetén.
Dificultad
Lo más complicado es quitarte el olor a fritanga después.
Ingredientes
Para 2 personas
  • 500 g de tomates verdes o poco maduros
  • 100 g de harina normal de trigo
  • 50 g de harina de maíz (para hacer arepas, no Maizena)
  • 1 huevo
  • 125 g de yogur natural
  • 50 ml de leche
  • cayena en polvo u otro tipo de condimento picante
  • Sal
  • Pimienta
Para la salsa
  • 1 cebolleta
  • 1 diente de ajo picado
  • 2 cucharadas de zumo de limón
  • 2 cucharadas de mostaza en salsa
  • 3 cucharadas de mayonesa
  • 125 g de yogur natural
  • 1 cucharada de aceite de oliva
Preparación
  1. Lavar los tomates y cortarlos en lonchas de 1 cm de grosor. Colocarlos sobre papel absorbente para que pierdan humedad.
  2. Batir el huevo y mezclarlo con el yogur y la leche.
  3. En un cuenco aparte, mezclar las harinas, una pizca de sal, pimienta y cayena en polvo u otras especias al gusto.
  4. Calentar una sartén grande con aceite de oliva a fuego medio-alto.
  5. Pasar las rodajas de tomate por la mezcla de huevo y yogur, escurrir y rebozar con una buena capa de los ingredientes secos.
  6. Freír los tomates en tandas pequeñas dejando suficiente espacio en la sartén. Cuando el lado inferior esté dorado, dar la vuelta y freír la otra parte.
  7. Depositar los tomates ya fritos sobre papel absorbente y repetir la operación cuantas veces sea necesario, sin dejar que el aceite se queme. 
  8. Hacer la salsa picando finamente la cebolleta y el ajo, agregando todos los demás ingredientes hasta conseguir una textura espesa y homogénea. Servir inmediatamente.
¿Has intentado hacer esta receta u otras de El Comidista, y no te han salido bien? Quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com

jueves, 27 de octubre de 2016

Galletas de queso, tomate seco y orégano











Es posible que ahora mismo estés de vuelta en casa, mirando al vacío con la sensación de que nada tiene sentido y la inminencia de la vuelta a la realidad a solo un par de vueltas de reloj. Es difícil luchar contra eso, pero la terapia ocupacional hace milagros y sabemos que lo de deshacer maletas antes de dos semanas es una utopía, así que lo vamos a remediar con unas galletas saladas que nos harán reconciliarnos con el horno después de la clásica separación estival.
Yo no le añado sal a la masa porque con sensación del queso y el tomate ya me llega, pero si os gustan las cosas muy saladas podéis añadirle un poco, o poner unas escamas de sal Maldon por encima de la masa cuando esté estirada y presionar con el rodillo. Si en lugar de unas galletas con tropezoncitos de tomate preferiís una masa un poco roja y uniforme, solo tenéis que triturarlo con un robot de cocina antes de incorporarlo a la masa.
Por supuesto, podéis cambiar el orégano por vuestra hierba o especia favorita –con tomillo, romero o albahaca también quedan muy bien– y cambiar los tomates por aceitunas (o añadirlas). Solo tenéis que tener en cuenta que los ingredientes que pongáis no aporten humedad a la masa, o se volverá muy líquida y difícil de manejar.
La parte en la que estiramos la masa entre dos papeles de horno y la dejamos reposar antes de cortarla es de primero de galletas: si tenéis un poco de práctica, siendo una masa con un alto porcentaje de grasa podéis cortar las galletas directamente con el rodillo y un poco de harina sobre la mesa, usando un cuchillo –y un poco de delicadeza– para ayudarnos a separarlas y ponerlas en la bandeja de horno.
Cocinamos estas galletas durante bastante tiempo a una temperatura baja porque así conseguimos que queden crujientes, pero por la cantidad de grasa que tiene la masa tenderán a ablandarse en horas: si las pones en una lata o un táper hermético, les alargarás un poco la vida (aunque, si hay más de dos personas en casa, tampoco van a durar demasiado).
Dificultad
Bueno, hay que amasar. Y estirar. Y cortar.
Ingredientes
  • 80 g de Grana Padano (o Parmesano, o Pecorino) rallados
  • 200 g de harina
  • 120 g de mantequilla en pomada
  • 1 cucharadita rasa de levadura
  • 1 cucharadita rasa de orégano
  • 50 g de tomates secos
Preparación
  1. Remojar en agua tibia los tomates durante media hora, secarlos bien y picarlos finos con un cuchillo bien afilado.
  2. Poner la mantequilla con la harina tamizada, la levadura, el tomate y el queso en un bol y amasar hasta que se integren y quede una masa elástica y que no se pega en las manos (si tenéis un robot de cocina, podéis dejarle esta parte del trabajo).
  3. Estirar la masa entre dos papeles de horno hasta que tenga un grosor de unos 3 mm aproximadamente. Ponerla en la nevera unos 30 minutos para que sea más fácil de cortar.
  4. Con un cortapastas –o un cuchillo, o un vaso– cortarlas con la forma deseada y disponer en una bandeja para hornear, que meteremos en el horno calentado a 160 grados centígrados con calor arriba y abajo.
  5. Hornear las galletas unos 25 minutos o hasta que estén doradas y apetitosas, dándole la vuelta a la bandeja –lo de delante, atrás– más o menos a los 15 minutos para una cocción más uniforme. Lo ideal sería vigilarlas a partir de los 20 minutos, por aquello de que cada horno es un mundo.
  6. Cuando estén hechas, sacarlas del horno, dejar enfriar y comer o guardar en un recipiente hermético.
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miércoles, 26 de octubre de 2016

Horchata casera para un verano azul














Cuando yo era pequeña y veía las reposiciones de Verano azul (la temporada original me pilló en la cuna), alucinaba con lo que comían aquellos niños. Primero porque yo odiaba las sardinas mientras que ellos se las zampaban con alegría y ansia viva en la cubierta de La Dorada. Y después porque bebían litros y litros de un líquido blanco que llamaban horchata. En mi pueblo no había horchatería y lo más exótico que tenía el del camión de las gaseosas era Casera Naranja, así que pasé mi niñez pensando que horchata era como llamaban en otros sitios a la leche, aunque la bebieran con pajita.
Si vosotros estáis acostumbrados a la horchata industrial, siento deciros que sois tan ignorantes en el tema como yo hace 20 años, porque la horchata hecha en casa tiene un sabor mucho más complejo y sabroso que la comprada. Seguro que eso también lo sabían Tito, Piraña, Pancho y compañía, que se ponían ciegos a leche de chufas en las terrazas de Nerja.
Así lo atestigua Mercedes Cebrián, autora de Verano azul: unas vacaciones en el corazón de la Transición (Alpha Decay, 2016), libro en el que analiza la importancia de la serie de Mercero para el imaginario español a través de una chiripitifláutica ruta guiada por Nerja. Mercedes, nostálgica perdida y capaz de recitar diálogos de la serie de memoria, cuenta cómo Verano azul fue la guía vital para todos aquellos niños de los 80 que se identificaron con el veraneante ocasional ávido de aventuras. Mientras el país y la sociedad cambiaban radicalmente, la serie de TVE que ahora nos parece tan blanca y moñas metía el pie en conflictos modernos e inesperados como la ecología o las madres solteras.
Los temas de Verano azul reflejaban la mezcla de tradición y rupturismo que se vivía en España en 1981, y por supuesto la alimentación y las meriendas que se pegaban sus protagonistas así lo transmitían. La lechería de los tíos de Pancho y la taberna de Frasco convivían con los chiringuitos playeros donde los padres se tomaban un cubata a media mañana. Las aventuras se festejaban con sardinas asadas, paella y bocadillos de mortadela envueltos en albal, pero también se veían las primeras bolsas de patatas fritas e incipientes helados industriales de corte de sabores.
Chanquete temiendo por el estado de su bolsillo después de tanta horchata.. VERANO AZUL
Como yo sigo odiando las sardinas y la vida no me da para hacer una paella canónica con madera de naranjo, la mejor manera que he encontrado de homenajear a aquellas tardes pasadas en el sofá de escay frente al televisor ha sido la horchata. Una bebida sana y refrescante que podemos hacer en casa fácilmente y con un resultado superlativo.
Tan sólo nos hace falta encontrar chufas, a ser posible de Valencia y con denominación de origen. Básicamente porque así os aseguráis que sean frescas y de calidad, cosa que las chufas resecas vendidas al peso no siempre cumplen. Las valencianas son tan buenas que simplemente hidratadas durante 6 horas se pueden comer a lo loco, con un poder adictivo superior al de las pipas.
La horchata de chufas se puede hacer cómodamente con una batidora potente. Lo más complicado del proceso es exprimir el licuado para sacar todo su jugo a los pequeños tubérculos, pero se puede hacer con un paño fino, una tela para quesos o una bolsa de germinados y leches vegetales, que encontraréis por muy poco precio en tiendas de productos ecológicos o herboristerías y que se pueden reutilizar hasta el infinito.
El único problema que plantea la horchata es que a veces, si no se consume de inmediato y se reserva un par de días se vuelve espesa y mucilaginosa. Eso ocurre porque las impurezas que hay en la piel rugosa de las chufas hacen que la bebida fermente y adquiera un aspecto cortado. La solución: beber la horchata en cuanto se elabora (para que esté fresca usad agua muy fría y hielos) o desinfectar lo mejor posible las chufas antes de triturarlas. Así nos aguantará en la nevera unos cuantos días sin problema.
Dificultad
¡Comer, comer, comer, comeeeeer, es lo mejor para poder creceeeer!
Ingredientes
Para 1 litro
  • 250 g de chufas
  • 1 l de agua muy fría
  • 100 g de azúcar glas
Preparación
  1. Lavar las chufas y ponerlas a remojo en agua dentro de un táper o recipiente. Guardar en la nevera durante al menos 12 horas.
  2. Colar las chufas, descartar el agua y volverlas a limpiar a ser posible con desinfectante alimentario.
  3. Triturar las chufas junto a 200 ml de agua fría. Con batidora de mano, americana o triturador, hasta conseguir un líquido blanco con migas muy pequeñas de chufa.
  4. Preparar un bol grande y exprimir sobre él el triturado de chufas con agua, con ayuda de un colador, un paño fino o una bolsa para leches vegetales.
  5. Sacar todo el líquido posible de las chufas. Añadir el resto de agua fría, el azúcar glas y si se quiere, triturar de nuevo para mezclar bien junto a un par de hielos.
  6. Beber de inmediato o guardar en una botella cerrada dentro de la nevera, máximo unos 3 días.
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martes, 25 de octubre de 2016

Confit byaldi: la ratatouille de 'Ratatouille'


Así de bonito era el confit byaldi de Rémy. DISNEY-PIXAR
La fórmula original de Keller recomienda asar en casa los pimientos para la piperrada, indicación que yo me he pasado por el Arco del Triunfo porque tenía unos buenísimos morrones en conserva, y confitar las hortalizas 2 horas y media en el horno a 135 grados ºC. Como el calor aún aprieta, he aumentado la temperatura y reducido el tiempo de cocción. Lo verdaderamente importante es cortar las verduras en láminas muy finas y del tamaño más homogéneo posible para que se hagan a la vez, razón por la que será mejor comprar calabacines y berenjenas largas y de diámetro similar al de un tomate de pera. Las berenjenas chinas facilitan la labor, igual que una mandolina de corte estrecho.
Dificultad
“Cualquiera puede cocinar”. Eso sí, teniendo paciencia.
Ingredientes
Para 4 personas
Piperrada
  • 1/2 cebolla
  • 1 diente de ajo
  • 300 g de tomates maduros
  • 100 g de pimientos rojos asados y pelados (caseros o en conserva)
  • Tomillo
  • Laurel
Hortalizas
  • 1 calabacín largo y estrecho
  • 2 berenjenas largas y estrechas
  • 4 o 5 tomates de pera
  • 1 diente de ajo
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • Tomillo
Vinagreta
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de vinagre
  • Sal
  • Pimienta
  • Tomillo o hierbas al gusto
Preparación
  1. Sofreír para la piperrada la cabolla y el diente de ajo picados muy finamente. Cuando estén blandos pero no hayan cogido color, añadir los tomates pelados y troceados menudamente (y su jugo, si lo soltaran). Agregar una rama de tomillo, una hoja de laurel y salpimentar.
  2. Dejar estofar a fuego lento unos 10 minutos o hasta que el sofrito haya perdido la mitad de su jugo. Cortar los pimientos asados en trozos pequeños y añadirlos al sofrito. Cocinar 5 minutos más, desechar las hierbas y corregir el punto de sal.
  3. Precalentar el horno a 175 ºC con calor arriba y abajo.
  4. Reservar un par de cucharadas de la piperrada y el resto esparcirlo en el fondo de una fuente de horno. (Opcionalmente se puede triturar con la batidora).
  5. Cortar el calabacín, la berenjena y los tomates en rodajas finas de igual tamaño y grosor, unos 3 mm (es más fácil con una mandolina).
  6. Empezando por el borde exterior de la fuente, ir colocando en espiral rodajas alternas de las hortalizas sobre la piperrada.
  7. Mezclar un diente de ajo picado, tomillo y 2 cucharadas de aceite con sal y pimienta. Regar el contenido de la fuente con esta mezcla y taparla lo mejor posible con papel de aluminio.
  8. Hornear unos 60 minutos o hasta que veamos que las verduras están tiernas. Quitar el papel de aluminio y dejar unos 30 minutos más para que las hortalizas cojan un ligero tono dorado sin quemarse. Sacar la fuente del horno.
  9. Para la vinagreta, mezclar en un cuenco la piperrada reservada anteriormente junto con el aceite, el vinagre, sal, pimienta y tomillo u otras hierbas.
  10. Sacar una tira de la espiral del confit con una espátula y colocarla de lado sobre el plato, intentando plegarla como un abanico abierto. Aliñar con la vinagreta.
  11. Se puede guardar durante 3 días en la nevera (cogerá más sabor) y comerlo frío o recalentado ligeramente en el horno.
¿Has tenido problemas preparando esta receta o cualquier otra de El Comidista? Escribe a la Defensora del Cocinero: defensoracomidista@gmail.com

Mero con ensalada de quinua negra y tahini


Jueves 21 de Abril de 2016

Alejandro Feraud, chef del Restaurante Alo’s elabora una receta en base a pescado blanco (en este caso mero) con ensalada de quinua y tahini.

Tiempo de realización: una hora


2 porciones







INGREDIENTES:

Mero 1,5 kilos

Quinua negra 100 gramos

Morrón rojo 1 unidad

Cebolla morada 1 unidad

Pepino 1 unidad

Menta 1 atado

Tahini (pasta de sésamo, se consigue en el Barrio Chino) 50 gramos

Sal c/n





PROCEDIMIENTO:

Limpiar el mero sacándole los filets y espinas. Cocinar la quinua negra en agua hirviendo por 22 minutos aproximadamente. Poner la quínoa en un bol y agregar el morrón, la cebolla morada y el pepino, cortados en brunoise (cuadrados pequeños). Agregar la menta picada gruesa. Salar a gusto.

Cocinar los filets de mero en una sartén de hierro, vuelta y vuelta, durante 4 minutos del lado de la piel y 3 minutos del otro lado.

Para el tahini (pasta de sésamo), mezclar la pasta con unas cucharadas de agua helada para que diluya sutilmente su textura y suavice su sabor, agregar una pizca de jugo de limón y sal a gusto.

Emplatar y listo.

lunes, 24 de octubre de 2016

Kachori de patata


Kachoridepatata
























Los kachori son unos panecillos tradicionales del norte de Pakistan y la India, donde se comen como aperitivos. Por lo general están rellenos de legumbres como lentejas y los garbanzos. Esta vez quisimos hacer una versión mucho mas liviana y menos picante que la tradicional, por lo cual utilizamos patata en vez de legumbres. Si te gusta el toque picante puedes agregarle a los ingredientes un poco de pimienta negra recién molida.
Ingredientes para la masa: 200 grs de harina de trigo, 2 cucharadas de aceite vegetal, 1/4 taza de agua (75 ml), pizca de sal.
Ingredientes para el relleno: 2 patatas cocidas y peladas, 1 cebollin (cebolleta) picado pequeño, 1 cucharada jengibre fresco rallado, 1 pizca de ajo en polvo, 1/2 zanahoria picada muy fina.
Preparación de la masa: En un bowl colocamos la harina y hacemos un gujero en el centro donde colocaremos la sal, el aceite y el agua. Mezclamos todo, primero con un tenedor y luego con la mano hasta formar una masa compacta. Hacemos una bola con la masa, la tapamos con un paño y reservamos.
Preparación del relleno: En una sarten colocamos un chorrito de aceite y agregamos el cebollin y la zanahoria. Sofreímos solo un poco hasta que la cebolla quede transparente. Agregamos la patata y con un tenedor la aplastamos. Agregamos el jengibre, el ajo, y revolvemos.
En una mesa estiramos la masa con un uslero. Con un corta pasta o taza circular cortamos la masa para fabricar nuestros Kachori. Colocamos un poco de relleno en el centro y levantamos los bordes para juntarlos en el centro y aplastamos, solo un poco. Freímos en abundante aceite o si prefieres puedes hornearlos por unos 20 a 25 minutos, con un poco de aceite en la lata.
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domingo, 23 de octubre de 2016

Briks de verduras con curry y coco


BRIKS DE VERDURAS AL CURRY COCO
























INGREDIENTES
4 HOJAS DE PASTA BRIK.
100 GRS DE CEBOLLA.
100 GRS DE ZANAHORIA.
100 GRS DE PUERRO.
100 GRS DE NABO.
100 GRS DE APIO.
50 GRS DE COCO LAMINADO.
2 DL DE NATA VEGETAL.
25 GRS DE HARINA INTEGRAL.
1 DL. ACEITE DE OLIVA PRIMERA PRESIÓN EN FRIO.
C/S DE CURRY.
COMINO EN POLVO.
SAL MARINA SIN REFINAR.

ELABORACIÓN.
* Cortar las verduras en bastoncitos finos, reservar.
* Pochar en el aceite de oliva las verduras junto con el coco durante 20 minutos con el recipiente tapado, sazonar.
* Añadir la harina integral, remover e incorporar la nata, sazonar con el curry y el comino.
* Dejar reposar hasta que enfrie por completo.
* Cortar la pasta brik del tamaño y forma deseada.
* Colocar sobre la brik el relleno elaborado anteriormente, doblar formando saquitos.
* Hornear a 180º C. hasta que quede dorado, servir acompañado de salsa al gusto.
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sábado, 22 de octubre de 2016

Entrañas trenzadas a la santiagueña






Ingredientes

  • Entraña 4
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Pimienta
  • Romero 1 rama
  • Ajo 4 dientes
  • Perejil 2 puñados
  • Cebolla morada 1
  • Cebolla 1
  • Champignon 250 grs
  • Panceta ahumada 200 grs
  • Azúcar a gusto
  • Papa 1 kilo
  • Huevo 4

Procedimiento

Desgrasar las entrañas y cortar en 3 tiras largas. Trenzar y marinar con oliva, ajo, peril y romero picados.
Dorar en la chapa.

En la misma chapa, saltear las cebollas y champignones fileteados más las lonjas de panceta.
Sumar el azúcar a las cebollas y caramelizar.

Servir con papas y huevos fritos.

viernes, 21 de octubre de 2016

Empanadas de ossobuco, pollo y veggies

Fuente: Cocineros Argentinos















Ingredientes
  • Masa:
  • Harina 500 grs
  • Grasa vacuna 100 grs
  • Sal 1 cda
  • Agua tibia 250 cc
  • Relleno de ossobuco:
  • Ossobuco 4 ruedas
  • Aceite de oliva
  • Chorizo de cerdo 1
  • Zanahoria 1
  • Cebolla 4
  • Apio 1
  • Ajo 3 dientes
  • Sal
  • Nuez moscada
  • Ají molido
  • Pimentón
  • Comino
  • Caldo de verdura c/n
  • Huevo 4
  • Cebolla de verdeo 2
  • De pollo, panceta, ciruela:
  • Cebolla 2
  • Pechuga 2
  • Aceite de oliva
  • Cebolla de verdeo 3
  • Tomate 3
  • Panceta ahuamada 150 grs
  • Ciruela pasa 100 grs
  • Pimentón
  • Masa saludable:
  • Remolacha 150 grs
  • Harina integral 150 grs
  • Aceite de oliva 50 cc
  • Sal 1 cdta
  • Relleno saludable:
  • Ricota 250 grs
  • Queso cremoso magro 250 grs
  • Queso untable light 50 grs
  • Perejil 1 cda
  • Fruto seco 150 grs

Procedimiento

Para la masa, colocar la harina en un bol y sumar en el centro la grasa derretida más la sal y el agua de a poco hasta tomar.
Amasar por varios minutos  y descansar.
Separa bollos de 25 gramos, estirar y reservar.

Para el relleno de ossobuco, rorar las ruedas en oliva de ambos lados. Terminar de cocer al horno junto con la zanahoria, una cebolla, apio y ajo en grandes trozos. Sumar el caldo hasta la mitad de la altura del ossobuco y condimentar.
Tapar con papel aluminio y cocer al horno medio por 2 y ½ horas.
Desmenuzar y pasar a un bol con el salteado caramelizado de cebollas fileteadas en oilva y condimentadas con sal y pimienta más el chorizo de cedo sin piel.
Integrar bien y desglasar con un poquito de caldo.
Dejar enfríar y mezclar el huevo duro picado con la parte verde de la cebolla de verdeo picada.

Para las de pollo, saltear las cebollas fileteadas en oilva y sumar el pollo en tiritas más el tomate cubeteado.
Condimentar con sal, pimentón y pimienta.
Pasar a un bol y mezclar con panceta ahumada y ciruelas pasas picadas.

Para las saludables, hacer la masa colocando la harina integral en un bol más la remolacha procesada previamente hervida, sumar el aceite y la sal. Integrar con las manos y amasar por unos minutos, estirar círculos y reservar.
Para el relleno, en un bol, mezclar la ricota con el queso cremoso, untable, perejil y frutos secos picados y condimentar.

Para el armado, rellenar la masa, cerrar y cocer a la parrilla de ambos lados.

jueves, 20 de octubre de 2016

Pizzas a la parrilla x 3








Ingredientes:

  • Masa de pizza 2 bollos de 250 grs
  • Cubierta general:
  • Salsa de tomate
  • Mozzzarella
  • De rúcula y jamón crudo:
  • Jamón crudo
  • Rúcula
  • Tomate seco hidratado
  • Napolitana:
  • Tomate
  • Ajo
  • Queso de rallar
  • Gourmet:
  • Cebolla caramelizada
  • Panceta ahumada
  • Albahaca

Procedimiento

Hacer la masa de la pizza (ver receta aquí) y estirar bollos de 250 gramos.
Cocer a la parrilla y dar vuelta.
Pintar con salsa de tomates y cubrir a gusto. Cocinar hasta que se derrita el queso

Masa casera para pizza

  • Harina 0000 1 kilo
  • Agua 600 cc
  • Sal 20 grs
  • Aceite de oliva
  • Esponja:
  • Levadura 50 grs
  • Agua tibia 1 chorrito
  • Harina ½ cdta
  • Azúcar 1 cdta

Procedimiento

Para la masa, poner la harina en un bol y sumar en el centro la levadura previamente activada (mezclada y leudada con un poquito de azúcar, harina y agua).
Salar por los bordes e incorporar el oliva.
Comenzar a tomar la masa con las manos e ir mezclando a medida que agregamos el agua de a poco (puede que no necesite toda el agua).
Una vez tomada la masa, bajar a la mesada y amasar por hasta lograr una masa lisa.
Leudar al doble, tapada, a temperatura ambiente.

Separar bollos de 250 gramos y estirar, leudar nuevamente y colocar en pizzera con base de aceite.

Pintar con salsa y cocer al horno fuerte por 10 minutos.

Babaganoush


Babaganoush


























El babaganoush es una exquisita y suave pasta muy fácil de preparar y al igual que el hummus, es uno de los acompañamientos más tradicionales dentro de la comida árabe. Lo podemos servir acompañado de bastoncitos de verduras (zanahorias, calabacines, apio, ect), pan de pita o pan tostado por dar algunos ejemplos.
Ingredientes: 1 berenjena, 1/2 limón, 1 diente de ajo,  2 cucharaditas de tahini, 1/2 cucharada de sal, 2 cucharada de aceite de girasol, 1 chorrito de aceite de oliva o pepita de uva, 1 pizca de pimiento rojo en polvo.
Preparación: en un tostador, parrilla u horno, colocamos la berengena y la vamos dando vuetas para que nos vaya tostando uniformente (la idea es que nos queden tiernas por dentro). Una vez tostada la berengena, la abrimos, retiramos todo el relleno y lo colocamos en un fuente junto al ajo, el limón, el tahini, la sal, el aceite de girasol y trituramos todo con ayuda de la minipimer. Servimos nuestro paté con un chorrito de aceite y decoramos con el pimiento rojo.

http://www.ecoagricultor.com/babaganoush/

miércoles, 19 de octubre de 2016

Pollo al disco con panceta y champignones
















  • Pollo 1
  • Sal
  • Pimienta
  • Vino blanco 100 grs
  • Jugo de limón 2
  • Piel de limón 1
  • Aceite de oliva 25 cc
  • Romero 1 rama
  • Harina c/n
  • Cahmpignon 250 grs
  • Cebolla 2
  • Morrón rojo 1
  • Morrón verde 1
  • Panceta ahumada 250 grs
  • Ajo 5 dientes
  • Cebolla de verdeo 4
  • Pimentón
  • Ají molido
  • Panceta ahumada 150 grs
  • Vino blanco 250 cc
  • Caldo de gallina 250 cc
  • Puré de tomate 500 cc

Procedimiento

Trozar y retirar la piel de las presas. Marinar en la mezcla de aceite, vino, jugo y piel de limón, romero y pimienta. Reservar en heladera por 30 minutos (tapado).
Salar y dorar en oliva en el disco previamente pasadas por harina. Retirar el pollo y sumar los champignones, morrones y cebollas fileteados, el ajo y verdeo picados y la panceta en bastones.
Rectificar sal y condimentar.
Desglasar con vino blanco y cuando evapora el alcohol sumar el caldo y el puré de tomate.
Reducir por 30 minutos.

martes, 18 de octubre de 2016

Chipa al verdeo

http://cocinerosargentinos.com


  • Cebolla de verdeo 4
  • Manteca 2 cdas
  • Queso semiduro 200 grs
  • Queso duro 200 grs
  • Fécula de mandioca 200 grs
  • Harina de maíz 50 grs
  • Polvo de hornear 1 cdta
  • Grasa 50 grs
  • Sal ½ cdta
  • Huevo 2
  • Leche 5 cdas

Procedimiento

Comenzar cubeteando el queso semiduro y rallar el duro, reservar.
Picar las cebollas y rehogar en manteca a fuego bajo.

En un bol, colocar los quesos y sumar los secos previamente mezclados. Salar, sumar la manteca pomada y los huevos.
 Por último sumar el salteado de cebollas.

Comenzar a integrar con las manos hasta tomar (sumar fécula o leche de acuerdo sea necesario).
Amasar por unos minutos y obtener bolitas de unos 5 cm de diámetro.

Cocer al horno fuerte por unos 10 minutos en placa enmantecada.

lunes, 17 de octubre de 2016

Canelones de carne

http://recetasderechupete.hola.com









Info.

Ingredientes para Canelones de carne

  • 18 canelones
  • 200 g de carne de ternera
  • 200 de carne de cerdo
  • 50 g de jamón
  • 4 higaditos de pollo
  • 1/2 k de tomates maduros
  • 1 cebolla, 1 zanahoría, 1 rama de apio
  • 100 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 1/2 pimiento rojo y 1/2 pimiento verde
  • 1 vaso de caldo de carne
  • Sal y pimienta negra (al gusto)
  • 90 g de queso parmesano rallado
  • Para la bechamel: 500 ml de leche entera
  • 60 g de harina
  • 80 g de mantequilla
  • 1 pizca de nuez moscada y otra de sal
Cómo preparar canelones de carne. “La pasta italiana como pasión” Esta sería una frase digna de tatuarme en el brazo y es que como podéis ver últimamente me está pegando fuerte la cocina italiana. Tengo varias recetas de pasta en la recámara sobre Italia y su gastronomía que poco a poco veréis publicadas.
Hace tiempo os presentaba mi lasaña al horno y hoy publico una similar en su preparación pero distinta por su mezcla. Saber combinar una pasta con una apetitosa salsa constituye poco menos que una ciencia. Mi punto de vista sobre recetas italianas puede ser muy personal ya que no soy italiano y a veces reinterpretó el plato según mis gustos.
La pasta seca carece de un sabor propio marcado y depende en gran medida de la salsa o el relleno que la acompaña. Los canelones son de los que más salsa y relleno admiten porque su “hueco interior” es mayor. La calidad de los ingredientes es muy importante y la bechamel tiene su punto, sale perfecta con los pasos que os presento.
Los canelones han extendido la fama de la cocina italiana por medio mundo e incluso han llegado a integrarse en la gastronomía española, por ejemplo en Barcelona son un plato habitual en las fiestas de San Esteban. Admiten todo tipo de rellenos y fórmulas: de pescado, los de paté (como los de Pilar que son un clásico los sábados), de espinacas y jamón, carne y setas, atún y tomate, a la gallega (de lacón con grelos) o estos mismos de carne picada con una salsa italiana. Os animo a improvisar con los rellenos puesto que uno de los mejores que he preparado nunca ha sido con xarrete galego, lástima que no tengo foto pero ya los prepararé otro día y os dejaré la receta. Mientras tanto espero que disfrutéis con estos cannelloni ripieni.

Preparación de la salsa de tomate y carne picada

  1. Lavamos muy bien todas las verduras a utilizar, secamos.
  2. Picamos muy fino el apio, la cebolla y la zanahoria. Salteamos en una cazuela con aceite de oliva virgen antes de añadir los higaditos picados, la carne y el jamón.
  3. Salpimentamos y dejamos cocer a fuego lento durante una hora, añadiendo de vez en cuando un poco de caldo de carne.
  4. Pelamos y quitamos las semillas de los tomates, los pasamos por el pasapurés. Yo estoy utilizando los tomates enteros ya pelados de bote y queda muy bien la salsa. Os dejo las 2 opciones, probad y luego me contáis.
  5. Añadimos al guiso, ajustamos el punto de sal y dejamos cociendo a fuego lento unos 40-45 minutos. Cuando haya reducido el guiso retiramos y dejamos enfriar antes de rellenar los canelones.

Preparación de la bechamel para los cannelloni

  1. Tamizamos la harina con un colador. Este paso es muy importante para que luego no se produzcan grumos.
  2. Ponemos en un cazo a calentar a fuego medio la leche durante 4-5 minutos sin que llegue a hervir. Este paso es para luego acelerar el proceso de preparación de la salsa.
  3. En otro cazo introducimos la mantequilla y la calentamos a fuego bajo hasta que se derrita, tiene que tornar a un color avellana y sacará un poco de espuma que podemos quitar si queremos. Luego añadimos la harina tamizada (Roux, es el nombre que tiene este paso o mezcla de harina y mantequilla, que nos ayudará a ligar la bechamel, no sólo se utiliza en esta salsa sino en muchas otras) y dejamos que se mezcle hasta que formen pequeñas masas de  tono dorado. Esto es muy importante porque si la harina queda cruda la bechamel sabrá mucho a harina y no es lo que queremos.
  4. En el paso anterior he utilizado mantequilla, pero si queremos podemos utilizar a medidas iguales mantequilla y aceite de oliva. El aceite le dá un toque especial. Podéis probar a ver si os gusta.
  5. Removemos muy bien con una cuchara de madera la harina con la mantequilla hasta quede como una bola.
  6. Echamos la leche caliente en el cazo con la harina y la mantequilla. Añadimos sal, pimienta al gusto y un poco de nuez moscada molida.
  7. Removemos de manera continua con una varilla (5-6 minutos). Vamos controlando la temperatura, en este paso lo mejor es dejarlo al mínimo. Quedará un mezcla homogénea y lo más importante, sin grumos. Para esta receta necesitamos una bechamel ligera, de forma que si vemos que está muy densa agregamos un poco más de leche y arreglamos con un toque de batidora. Así os quedará perfecta y muy ligera.

Preparación del relleno de los canelones

Os presento unos pasos fáciles para que los canelones os queden perfectos. No es que sea especialmente difícil pero todo tiene sus pequeños trucos, “sencillo… ma non troppo” que dirían los italianos (Fácil, pero no del todo).
  1. El primer paso es tener la salsa preparada antes de que la pasta toque el agua. La salsa de tomate y carne debe esperar a los canelones y no al revés. Además como hemos dicho tiene que enfriar, así que perfecto.
  2. Calentamos en una cazuela un litro de agua por cada 80 g de canelones. Estas proporciones, que normalmente vienen indicadas en el envase, ayudan a que los canelones no se peguen entre ellos. Y siempre intenta utilizar una cazuela grande, la mayor de tu cocina. Si cocinas muchas veces pasta será muy útil comprar una cazuela para esas ocasiones, una buena inversión.
  3. En este caso concreto he utilizado 2 envases de canelones, cada uno trae 12 y al final he utilizado 18, pero podéis cocerlos todos y así los apasionados de la pasta que repitan.
  4. Cuando empiece a hervir a borbotones echamos 1 puñado generoso de sal, unas 2 cucharaditas de café rasas. Seguidamente añadimos la primera tanda de canelones, 9 de cada de vez. Removemos con una cuchara de madera para que no se peguen y queden sueltos.
  5. En el reverso del paquete de pasta viene el tiempo de cocción, debemos guiarnos por estas instrucciones porque para cada tipo es distinto, en este caso son 12 minutos. Así conseguiremos lo que se llama pasta “al dente” o en su punto justo, es decir, que no se pase.

Preparación final y presentación de los canelones

  1. Los escurrimos y extendemos sobre un paño seco. Colocamos un poco de relleno en uno de los extemos y enrollamos el canelón, aquí es muy importante que tanto la carne como el canelón estén fríos para que sea más fácil el proceso. Colocamos en una fuente rectagular para horno untada de mantequilla.
  2. Precalentamos el horno a 200º C. Cubrimos los canelones con la bechamel ligera y espolvoreamos con queso rallado. Horneamos 15 minutos a unos 200º C y 5 minutos con el gratinador puesto para que se dore.
  3. Sacamos y dejamos enfriar unos minutos, emplatamos 3 por persona con generosa bechamel, más queso para el que quiera y una pizca de pimienta negra recién rallada. ¡Deliciosos!
Podéis ver todas las fotos del paso a paso en el siguiente álbum.
Vuestros trucos y consejos para unos canelones perfectos
  • Me comenta Carmen que “ahora existen los llamados canelones precocidos, no es necesario hervirlos. Lo único que tienes que hacer es sumergirlos en agua caliente unos 20 minutos. Yo lo he probado, no es lo mismo pero te ahorran el disgusto de que se pegue algún canelón y tengas que tirarlo.”
  • Alba Fernández me comenta por mail. “Los tomates enteros y pelados de bote son una opción magnifica a la hora de preparar una salsa italiana. En muchas grandes superficies ya venden el tomate pomodoro entero. Lo recomiendo así porque el tomate triturado natural deja mucha agua y no me gusta. El truco es emplear sólo los tomates sin el agua que sueltan y viene en el bote. Esta agua la podéis guardar en un tarro para luego emplearla en un guiso o unas lentejas.”